Tunja fue el epicentro de un país que busca encender su futuro con energías limpias

Magda Cortés
10 nov
7 Min. de lectura

El 18 y 19 de septiembre se realizó en la ciudad de Tunja el III Congreso Nacional de Transición Energética: De la planeación a la acción ¿Cómo vamos?, un evento liderado por el SENA con el apoyo del Consejo Sectorial Minero Energético, en las instalaciones de la Cámara de Comercio.

Durante dos días, cientos de asistentes —entre académicos, empresarios, estudiantes y funcionarios— conocieron los avances del país en el sector minero-energético y discutieron sobre los retos para consolidar una transición hacia energías más limpias, sostenibles y justas.

Boyacá frente a la pobreza energética

De acuerdo con el ingeniero Tomás Ochoa, instructor en sistemas solares fotovoltaicos para CAMPESENA y fundador de TomSun, el Índice Multidimensional de Pobreza Energética ubica a Boyacá en el puesto 15 entre 33 departamentos.

Aunque las ciudades principales tienen un servicio energético de calidad, las zonas rurales presentan mayores brechas: más del 18% de la población boyacense es considerada pobre energéticamente, es decir, cerca de 240.000 personas viven con un servicio deficiente o ineficiente.

Hidrógeno: el futuro de las energías limpias que ya llegó

Una de las conferencias más destacadas fue la de la española Carmen Font, de Font Corporation, quien presentó la experiencia europea en transición energética y el papel del hidrógeno como fuente alternativa.

Font subrayó la importancia de la inversión en innovación y la financiación pública, y destacó que en la Unión Europea ya existen políticas que obligan a las empresas a reducir sus emisiones. Por ejemplo, desde 2025 todas las aerolíneas deberán incluir al menos un 2% de combustible sostenible (SAF) en cada vuelo.

También explicó el programa STEP Scale-Up del Consejo Europeo de Innovación, que apoya startups dedicadas a proyectos de hidrógeno. Europa ya trabaja en la certificación del hidrógeno natural, con el objetivo de usarlo en industrias como la cementera, la siderúrgica y los centros de datos.

En Colombia, el Servicio Geológico Colombiano estudia la viabilidad del llamado hidrógeno blanco —presente de forma natural en el subsuelo—. Según la entidad, en unos cinco años podrían iniciarse proyectos de exploración y producción.

Font cerró su intervención con un llamado: Colombia debe acelerar su transición energética. Las exportaciones de hidrocarburos irán disminuyendo, y es momento de invertir en nuevas alianzas público-privadas para asegurar el futuro energético del país.

Geotermia: el calor del subsuelo boyacense

La profesora Laura Barrantes y el estudiante Darío Peralta, del Semillero de Geotermia de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC) sede Sogamoso, compartieron avances en la exploración del potencial geotérmico en municipios como Paipa, Pesca e Iza.

Gracias a herramientas como GQ Analyzer, un software de análisis hidrogeoquímico desarrollado por el grupo, se ha logrado caracterizar fuentes termales y aguas subterráneas.

El ingeniero Marck Vargas, del Proyecto Cóndor Paipa, destacó que en Colombia solo existe regulación para la geotermia desde 2022, y que el principal reto es que muchas áreas con potencial están dentro de zonas protegidas. No obstante, desde ya están trabajando junto a comunidades locales y sindicatos de la termoeléctrica para garantizar una reconversión laboral sostenible.

Por su parte, la ingeniera Eliana Mejía, del Servicio Geológico Colombiano, confirmó que aunque Colombia tiene un gran potencial geotérmico, en Paipa es uno de los pocos sitios dónde se ha logrado confirmar la presencia de una anomalía térmica superficial, gracias a algunas perforaciones que se han realizado. El resultado de todas estas investigaciones, indicó, pueden ser consultadas en la página web del servicio o pedirse vía correo electrónico ya que son conocimiento para todos lxs colombianxs. Sin embargo, enfatizó que aún falta mucha investigación para aprovechar este recurso de manera eficiente.

Minería y cementeras: sostenibilidad con desafíos

La Directora de Sostenibilidad de la Asociación Colombiana de Minería (ACM), Carolina Gutiérrez, presentó los resultados de la sexta Encuesta de Sostenibilidad aplicada a 70 empresas del sector.

Entre los hallazgos, se destacó que:

El 92% de las empresas han aumentado las compras nacionales.
El 78% desarrolla acciones de economía circular.
El 62% mide su huella de carbono, y el 33%, la huella hídrica.
La participación femenina alcanza el 14%, un punto por debajo del promedio mundial.

Gutiérrez también resaltó que en 2023 las empresas invirtieron 361.000 millones de pesos en programas sociales, de los cuáles el 55% es una inversión voluntaria para invertir en áreas de influencia en programas de educación, emprendimientos, infraestructura, entre otros. Además, 777.000 millones fueron en inversión ambiental, el 97% es obligatorio y el 83% de esta cifra proviene de las empresas de carbón para invertir en aire, agua, reforestación, residuos sólidos entre otros.

Carolina Gutiérrez, resaltó la importancia de minerales como el cobre, cobalto, níquel entre otros para la transición energética y por lo tanto la exploración de estos en nuestro país con buenas prácticas. Para eso desde la Asociación junto con el equipo académico de Brigith Baptiste, trazaron una ruta de 9 pasos para combatir en el sector minero el cambio climático. En la que se indica que las empresas deben seguir un protocolo en el que deben seguir pasos como: medir los gases efecto invernadero, publicarlos y plantearse metas anuales para reducir estas emisiones.

Además, explicó la adopción del estándar internacional TSM (Towards Sustainable Mining), que tiene tres grandes ejes: ambiental, social y cambio climático, de los cuáles se derivan 10 protocolos que abarcan temas de seguridad, biodiversidad, equidad de género, gestión del agua, cierre de minas y cambio climático.

Durante el espacio de preguntas, el representante de las personas con discapacidad en el Comité Departamental de Discapacidad, Javier Araque hizo un llamado a no olvidar a los trabajadores que han quedado en condición de discapacidad por malas prácticas de seguridad en el sector: “El tercer generador de discapacidad en el país es el sector minero-energético”, afirmó.

En representación del sector cementero, Víctor Manuel Barrera presentó los logros de la planta de Argos en Sogamoso, que implementó un sistema integral de gestión de energía bajo la norma ISO 50001, reduciendo su consumo en 691.000 kWh anuales —un ahorro equivalente a 276 millones de pesos— y ganando el reconocimiento internacional e interno de Planta Verde.

Comunidades energéticas y proyectos solares

El segundo día estuvo enfocado en los proyectos comunitarios y solares. Luis Eduardo Prieto, del Fondo de Energías No Convencionales y Gestión Eficiente de la Energía (FENOGE), destacó la creación de comunidades energéticas en Jamundí (Bocas del Palo) y Buenaventura (Bahía Málaga), e indicó que en Villa de Leyva existe una comunidad energética, que a través de una granja solar beneficiará a familias de estratos 1 y 2.

En Boyacá, se avanza además en la sustitución de vehículos de tracción animal por eléctricos para recicladores, beneficiando a más de 100 familias, se espera que en el departamento se reciban 5000 estufas de leña ecoeficientes, las cuáles permiten ahorrar leña y generar energía eléctrica que se almacena en una batería para cargar aparatos electrónicos. También, se ha avanzado en la región en la instalación de paneles solares en instituciones educativas rurales. Otro de los proyectos más importantes son los Laboratorios ACTEC, que son laboratorios solares, técnicos industriales en instituciones técnicas, cuyo primer piloto se desarrolló en Duitama y se pudo replicar en 4 ciudades en el territorio nacional, esto con el fin de educar personas para la transición energética, que tengan los conocimientos necesarios para nuevas oportunidades de trabajo relacionadas a estas nuevas tecnologías.

El FENOGE también lidera programas como Energía Solar para Economías Populares, que permitirá a tenderos, panaderos y peluqueros reducir entre un 50% y 60% sus facturas eléctricas mediante paneles solares.

Actualmente, se calcula que estas iniciativas han evitado la emisión de 11 millones de toneladas de CO₂ anuales.

Movilidad limpia: un reto pendiente

El cierre del Congreso abordó el papel del transporte en la transición energética. Aunque avanza la incorporación de buses, taxis y motocicletas eléctricas, aún no se registran proyectos específicos en Boyacá. Expertos del Ministerio de Transporte coincidieron en que el cambio hacia una movilidad eléctrica es clave para reducir la contaminación del aire y avanzar hacia un modelo energético más sostenible.

Más allá de los avances técnicos, el encuentro dejó en evidencia que la transición energética en Colombia exige un compromiso conjunto entre Estado, empresas, academia y ciudadanía. Solo a través de políticas claras, inversión local y participación comunitaria será posible transformar los discursos en acciones reales que beneficien a todos los territorios. En Tunja, quedó claro que el camino hacia una energía sostenible se construye paso a paso, con cooperación, innovación y compromiso ciudadano.

En la capital boyacense no solo se habló de energía, sino de futuro. De cómo cada watt, cada viento y cada gota pueden transformar al país. Porque la transición no es solo tecnológica: es una manera de pensar distinto, de cuidar lo que tenemos y de encender, juntos, un nuevo modo de habitar el planeta.

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"Tunja fue el epicentro de un país que busca encender su futuro con energías limpias" es una nota escrita por Magda Cortés para ¿Y a mí qué?, un medio de comunicación digital, alternativo e independiente boyacense que cree en el poder de tu voz.

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